Literature
Hetalia: La caida del Muro
-¡Gilbert, CUIDADO!!!!
Poco importaba lo mucho que se hubieran peleado desde pequeños. Cuando Ludwig lo vio caer, desangrándose por el impacto de aquellas balas, sintió como si su propio corazón se parase.
-¡¡Veneciano, cúbrete las espaldas!! ¡¡Kiku, prepárate, Alfred va a por ti!
De poco sirvieron sus órdenes. A su querido italiano le aguardaba un destino aciago, mientras el joven nipón era acorralado entre las bombas.
-¡Aléjate, Oeste!-le gritó su hermano-¡Los Aliados van a cogerte!
La resistencia del alemán más joven empezaba a flaquear, p